Salió por 30 minutos.

Un muchacho de 22 años, convicto de la cárcel de Piñero, salió ayer a la tarde con un permiso de salida transitoria del penal, pero en menos de media hora ya estaba preso otra vez. El joven se mezcló entre un grupo de productores agropecuarios que deliberaba en asamblea a la vera de las rutas A-012 y 14, a escasos kilómetros del presidio, y cayó en la tentación. Intentó robarse algo del interior del vehículo de un chacarero, pero lo descubrieron y lo prendieron. Para colmo, en el lugar había policías de civil que vigilaban la reunión agraria.
Sino fuera por el condimento trágico que suelen tener los hechos policiales, la historia de Luis Darío Rodríguez, un rosarino que purga una pena en el más nuevo de los institutos penitenciarios de la provincia, es digna de un programa cómico de televisión. Cuando lo arrestaron, Rodríguez tenía calzado a la cintura un pedazo de madera con forma de arma de fuego y en uno de los bolsillos del pantalón un certificado extendido por la autoridad carcelaria en donde constaba que gozaba del beneficio de salida transitoria.
De acuerdo a ese documento, el joven había abandonado Piñero a las 17 de ayer y debía presentarse nuevamente a las 9 del domingo. Pero parece que algo no anduvo bien apenas puso un pie afuera del penal. Según fuentes policiales, el joven fue descubierto cuando merodeaba entre los productores reunidos en el cruce de las A-012 y 14 y en un momento dado intentó robar una campera del interior de un auto.
Así fue como lo capturaron los policías de civil que custodiaban la asamblea, entre ellos el jefe de Orden Público de la Unidad Regional II, comisario Miguel Rodríguez, con las manos en la masa. De allí lo llevaron a la sub 4ª de Piñero donde se comprobó que sólo había aprovechado su libertad por menos de 30 minutos.

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