jueves, 24 de julio de 2008

Record en pulverización.

domingo, 20 de julio de 2008

Feliz día del amigo

La fecha fue establecida por un odontólogo y profesor de psicología de Lomas de Zamora, que dijo que aquello de querer tener un millón de amigos "es un bolazo".

Miles de argentinos se harán eco de una idea lanzada al mundo por un vecino de la localidad bonaerense de Lomas de Zamora, quien vio en la llegada del "hombre a la luna" -concretada un 20 de julio- una forma de unir a los pueblos a través de lazos de amistad.

Muchos se sumaron a la iniciativa de Enrique Ernesto Febbraro, un profesor de psicología, músico y odontólogo, quien envió la idea de festejar "la amistad" el mismo día del alunizaje en más de 1000 cartas a diferentes países y logró que le respondieran 700 personas.


A fuerza de sacrificio y más de 1.000 postales enviadas a distintas partes del mundo, Enrique Febbraro, logró imponer su idea en todo el planeta. El inventor tiene hoy 82 años y admite que "querer tener un millón de amigos es un gran bolazo".

Así, el hombre que inventó el Día del Amigo dice que la amistad es una cuestión teórica . "La amistad es una virtud que se hace notar sobre determinadas personas y que se acaba", reflexiona.

Febbraro tiene la patente de invención desde 1972 y ahora la donó a la asociación de rotarios.

El hombre dijo que ya cuando tenía 18 años había pensado en inventar el Día del Amigo pero recién en 1969 pudo cristalizar la idea, en coincidencia con el primer alunizaje del hombre.

"El Día del Amigo me costó mucho, mucho dinero. El gasto fue tremendo. Fueron varias vacaciones, el auto y muchas cosas de las cuales debí privarme, pero nunca pedí ninguna retribución por lo que hice", dice Febbraro al diario La Voz del Interior.

Febbraro tiene dos hijos y cuatro nietos y vive en el barrio de San Cristóbal Admite que lo más importante es que se casó tres veces y que, desde hace un año, vive en pareja con su prima.

Febbraro, sin embargo, sigue preocupado por definir la amistad y explica que "un amigo no da consejos: ayuda, acompaña" y asegura desde su casa del barrio porteño de San Cristóbal que "un padre que da consejos es un padre, ípero jamás un amigo!".